Reina de mi cuento infinito
Solo tú calmas esta pasión
Con tu pasión
Con tu eterna mirada
Con tu sonrisa
Con tus palabras
Con tus juegos
Con tus abrazos
Con tus tiernos besos que los recuerdo posados en mis manos
Con tu llanto que nunca lo he escuchado
Con tu amor que nunca lo he encontrado
Escrito por Javier Abarca Lagos
29 octubre 2006
26 octubre 2006
Solo te deseo
Si supieras como te deseo y en mis deseos…
Es cuanto mas te deseo
Te deseo y en este cuento infinito
Que nunca ha de acabar, me has hecho sentir…
Lo que ni en sueños he de sentir
Te deseo y en mi pecho he de llevar este deseo
Que se escapa a cada suspiro y vuelve con cada respiro
Y en este cuento infinito no me saciare de ti…
Nunca me saciare de ti
Porque has tornado incontrolable mi respiro
Y le has dado vida a mis suspiros
Y en este cuento infinito, ven, dame de beber…
Ven, calma el deseo, ven y quédate conmigo
Te deseo y en este cuento infinito
No encuentro regazo donde dormir mi pasión
Si no es contigo, dulce tentación…
Te llevo clavada en mi corazón, en mi pecho, en mi alma
Que te desea con toda su alma
Que te busca en todas partes para intentar saciarse
Te deseo y en este cuento infinito he sorbido…
Tu esencia tan distinta a las demás
Es dulce, es amarga, es fuerte, es débil, es distinta, es hermosa
Te deseo y en este cuento infinito te deseo…
Con mi cuerpo, con mis besos que siempre buscan tu cuerpo
Y te deseo en mis deseos
Y no se como controlo lo que arde en mi pecho
Y en estas palabras quiero que sientas…
Lo fuerte de mi deseo, lo insaciable de mi deseo
Te deseo, pero sin hablar de amor
Escrito por Javier Abarca Lagos
Es cuanto mas te deseo
Te deseo y en este cuento infinito
Que nunca ha de acabar, me has hecho sentir…
Lo que ni en sueños he de sentir
Te deseo y en mi pecho he de llevar este deseo
Que se escapa a cada suspiro y vuelve con cada respiro
Y en este cuento infinito no me saciare de ti…
Nunca me saciare de ti
Porque has tornado incontrolable mi respiro
Y le has dado vida a mis suspiros
Y en este cuento infinito, ven, dame de beber…
Ven, calma el deseo, ven y quédate conmigo
Te deseo y en este cuento infinito
No encuentro regazo donde dormir mi pasión
Si no es contigo, dulce tentación…
Te llevo clavada en mi corazón, en mi pecho, en mi alma
Que te desea con toda su alma
Que te busca en todas partes para intentar saciarse
Te deseo y en este cuento infinito he sorbido…
Tu esencia tan distinta a las demás
Es dulce, es amarga, es fuerte, es débil, es distinta, es hermosa
Te deseo y en este cuento infinito te deseo…
Con mi cuerpo, con mis besos que siempre buscan tu cuerpo
Y te deseo en mis deseos
Y no se como controlo lo que arde en mi pecho
Y en estas palabras quiero que sientas…
Lo fuerte de mi deseo, lo insaciable de mi deseo
Te deseo, pero sin hablar de amor
Escrito por Javier Abarca Lagos
23 octubre 2006
Quédate aquí ( Para ti )
Puedes estar acá...
para no estar solo
para tener un hombro donde descansar mis lagrimas
para tener a alguien con quien no fingir
para encontrar una sonrisa cuando la pena me invada
para tener un lugar, en tu pecho descansar
quédate aquí...
para que seas la calma después de la tormenta
para yo ser tu calma después de la tormenta
para que mis hombros sigan siendo llanto, pues tú has llorado en ellos
para no extrañar esa risa que me da alegría, pues me hace saber que estas bien
y no me dejes...
porque hay muchas cosas que no te he contado aún
porque hay demasiado llanto en mí que no he derramado
porque quiero saber que has cumplido tus sueños
quédate aquí...
nos falta vida que vivir, nos faltan alegrías por las cuales sonreír y aún nos quedan muchos sueños
solo un día te prometí que no te dejaría sola, y con estas palabras he de decir que sigo aquí.
Tan solo quédate aquí...pues en mí estará tú descanso.
para no estar solo
para tener un hombro donde descansar mis lagrimas
para tener a alguien con quien no fingir
para encontrar una sonrisa cuando la pena me invada
para tener un lugar, en tu pecho descansar
quédate aquí...
para que seas la calma después de la tormenta
para yo ser tu calma después de la tormenta
para que mis hombros sigan siendo llanto, pues tú has llorado en ellos
para no extrañar esa risa que me da alegría, pues me hace saber que estas bien
y no me dejes...
porque hay muchas cosas que no te he contado aún
porque hay demasiado llanto en mí que no he derramado
porque quiero saber que has cumplido tus sueños
quédate aquí...
nos falta vida que vivir, nos faltan alegrías por las cuales sonreír y aún nos quedan muchos sueños
solo un día te prometí que no te dejaría sola, y con estas palabras he de decir que sigo aquí.
Tan solo quédate aquí...pues en mí estará tú descanso.
Escrito por Javier Abarca Lagos
21 octubre 2006
Mujer de papel
Porque en ti puedo escribir mil historias
Y arrugar otras tantas
Porque en ti plasmo lo que siento
Y lo escribo con todos mis sentimientos
Porque en ti puedo borrar lo que no me gusta
Y dejar lo que te gusta
Porque en ti puedo leer lo mas bello de la imaginación
Y lo mas triste de la realidad
Porque en ti puedo dibujar lo irreal de la vida
Y lo que me hace sentir tu cuerpo
Porque en ti lo que quiero olvidar lo borro
Y lo que quiero recordar lo escribo una y otra vez
Porque en ti pinto la realidad como no es
Y puedo escribir en mil formas te amo
Porque en ti veo a una mujer de papel
Que solo recibe mis poemas
Porque en ti veo a una mujer de papel
Que no da sus poesías
Escrito por Javier Abarca Lagos
19 octubre 2006
Por ti
No vivo por ti, pero viviría por ti
Porque tu recuerdo lo llevo clavado en mi piel
Que se muere por tocar tu piel
Que se muere por ser lo que extrañes
Que vive porque quiere ser tu recuerdo
Que vive porque quiere ser tu deseo
Y quiero ser lo que extrañes
Porque es raro sentir que no lo haces
Porque no quiero extrañar y no ser extrañado
Porque quiero soñarte
Porque quiero amarte
Y quiero soñarte
Porque en sueños no te has ido
Porque en sueños no has vuelto para volver a partir
Porque en sueños sigo en tus brazos
Porque en sueños sigo besando tus labios
No muero por ti, pero moriría por ti
Porque aún te deseo
Porque aún te necesito
Porque todavía respiro tu aire
Porque todavía siento las rosas en tu cuerpo
No vivo por ti, no muero por ti
Pero viviría y moriría por ti.
Escrito por Javier Abarca Lagos
Porque tu recuerdo lo llevo clavado en mi piel
Que se muere por tocar tu piel
Que se muere por ser lo que extrañes
Que vive porque quiere ser tu recuerdo
Que vive porque quiere ser tu deseo
Y quiero ser lo que extrañes
Porque es raro sentir que no lo haces
Porque no quiero extrañar y no ser extrañado
Porque quiero soñarte
Porque quiero amarte
Y quiero soñarte
Porque en sueños no te has ido
Porque en sueños no has vuelto para volver a partir
Porque en sueños sigo en tus brazos
Porque en sueños sigo besando tus labios
No muero por ti, pero moriría por ti
Porque aún te deseo
Porque aún te necesito
Porque todavía respiro tu aire
Porque todavía siento las rosas en tu cuerpo
No vivo por ti, no muero por ti
Pero viviría y moriría por ti.
Escrito por Javier Abarca Lagos
18 octubre 2006
Entierra tus espinas
Arráncame los sueños
Con el último soplo del viento
Porque en mi respirar llevo tu recuerdo.
Lleva mis pensamientos hacia lo más eterno
Así estarán con mis sentimientos
Que por ti son los más sinceros.
Toma mi alma y hazla tuya
Con la última gota de lluvia
Y con el último pétalo de las rosas
Entierra tus espinas
Porque mi sangre busca una guarida…
Escrito por Javier Abarca Lagos
Con el último soplo del viento
Porque en mi respirar llevo tu recuerdo.
Lleva mis pensamientos hacia lo más eterno
Así estarán con mis sentimientos
Que por ti son los más sinceros.
Toma mi alma y hazla tuya
Con la última gota de lluvia
Y con el último pétalo de las rosas
Entierra tus espinas
Porque mi sangre busca una guarida…
Escrito por Javier Abarca Lagos
15 octubre 2006
Crea un mundo nuevo
Crea un amor eterno que crezca con mis sueños y juegue con mis sentimientos
Que en tu mundo, el llorar sea la felicidad de una voz amarga y nublada
Que en tu mundo, la felicidad de tener tu amor sea el dolor de verte huir
Que en tus pasos viaje mi paz y muera el olvido
Imagina que en la distancia siempre estoy a tu lado viendo como te alejas de mí
Crea un viento que no te lleve mis besos y una rosa que no me recuerde tus besos
Piensa que no te quiero para dejar de pensar en tu cuerpo
Crea un sueño en el que no te ame para así olvidarme de ti
Escrito por Javier Abarca Lagos
13 octubre 2006
Ángel de aquella noche
Esa noche trajo tu belleza a mi ser apagado
Y aunque nunca supe tu nombre,
Tu alma se cruzo mil veces ante mi mirada.
Solo contemplaba tu figura
Que me hizo flotar en mil lunas
Y aunque nunca supe tu nombre,
Tu voz rompió el silencio entre nuestras almas,
Silencio que era dulce cuando solo te miraba,
Pero tu voz lleno mi corazón
Solo con ser voz y solo por ser tu voz
Y te has vuelto el ángel de aquella noche
Que se cruzo mil veces ante mi mirada,
Mirada que recorrió tu cuerpo
He intentó detener el tiempo.
Y aunque nunca supe tu nombre,
Tu alma se cruzo mil veces ante mi mirada.
Solo contemplaba tu figura
Que me hizo flotar en mil lunas
Y aunque nunca supe tu nombre,
Tu voz rompió el silencio entre nuestras almas,
Silencio que era dulce cuando solo te miraba,
Pero tu voz lleno mi corazón
Solo con ser voz y solo por ser tu voz
Y te has vuelto el ángel de aquella noche
Que se cruzo mil veces ante mi mirada,
Mirada que recorrió tu cuerpo
He intentó detener el tiempo.
Escrito por Javier Abarca Lagos
11 octubre 2006
El llanto del viento ( parte IV )
Mientras imaginaba mis delirios después de escuchar al ave, un zorzal amigo se poso en mi hombro izquierdo y me hablo:
Zorzal: no hace mucho comencé a seguir al hombre que vive en la casa de verde mientras caminaba por los valles de las sombras eternas. Y en el valle más oscuro se encontró con el hombre de la colina. Vi que algo surgió de entre ellos. Era el ángel de la amistad que comenzaba a volar. Luego sus voces se fundieron con el viento y esto es lo que dijeron:
Hombre: ¿Qué ha pasado? Creo que me perdí de algo. ¿Qué has hecho? ¿Por qué tus palabras no bajaron hasta mi hogar? ¿Por qué has callado?
Hombre de la colina: porque no he sabido que hacer. Porque tenía miedo. Porque no quise proteger lo que quería.
Hombre: ¿Por qué me has dejado hacerlo? ¿Por qué me dejaste soñar?.
Ahora se que siempre has pensado solo en ti.
Hombre de la colina: …
Zorzal: y en este silencio que reino por segundos el ángel de la amistad se acerco y le hablo al oído al hombre que vive en la casa de verde, diciéndole:
Ángel de la amistad: has decidido romper la amistad, pues me has mandado a volar. Me has liberado, pero esto no es tan fácil. La amistad como el amor, como los juegos, como el llorar es cosa de dos. Así que debes elegir: sigues con la amistad o le das a él a elegir.
Zorzal: desde el cielo bajo el ángel del tormento y se paro frente al hombre que vive en la casa de verde y le dijo:
Ángel del tormento: debes estar seguro de tu decisión, pues en este momento comienza mi trabajo.
Si eliges la amistad, todos sufrirán y el ángel del rencor te invadirá y no lo soportaras. Si eliges darle a él la opción de elegir, solo uno de los tres sufrirá y desde entonces verás muchos ángeles que los rodearan.
Ahora da conocer tu opción.
Hombre: creo que es tiempo de elegir nuestros destinos.
Todo ha ido cambiando y esto no debe seguir igual.
He optado por darte a elegir; a tu derecha el ángel del amor y a tu izquierda el ángel de la amistad.
Elige tu destino.
Hombre de la colina: un día quise que las cosas fueran como deseaba que fuesen. Pero ahora las cosas serán como deben ser…
Zorzal: en ese momento el ángel del tormento le hablo al hombre de la colina:
Ángel del tormento: debes saber las consecuencias de tu elección y estar dispuesto a afrontarlas y también debes saber que el enfrentar las consecuencias no demostrara tu interés por la amistad ni tu amor verdadero, si es que es verdadero.
Si eliges al ángel de la amistad, todos sufrirán, mi tormento arde con sus almas. Si eliges al ángel del amor, solo uno de los tres sufrirá y te digo que la noche caerá con todo su peso y con ella mi tormento.
Ahora da a conocer tu opción.
Zorzal: a las palabras del ángel del tormento siguió un silencio, pues el ángel de la amistad con su poder apago la voz del hombre de la colina para así poder hablarle:
Ángel de la amistad: un pensamiento hiere menos que una palabra. Te pido por favor que no malgastes tu voz. No hagas de tu voz un arma que atraviese mi alma.
Les digo a uds. dos: hombre que vive en la casa de verde y hombre de la colina que recuerden que somos ángeles y podemos leer sus corazones.
Ya has hecho tu elección, pues de mi corazón brotan lágrimas de un color azul, y por favor no vengas a limpiar mi sangre, ya que hay muchos que desearían beberla y que la aprecian más que tú.
Recuerda que esto no demuestra tu amor verdadero, si es que es verdadero.
Ángel del tormento: ¡esto es lo que me gusta¡
¡Mira¡ como se desgarra ese ángel, como derrama la sangre de los príncipes.
Sentirás el dolor en tus venas y el frío en tu sangre. No te extrañes si sientes que tu vida se arranca y si percibes que tu voz te rompe el corazón. Si tus lágrimas trizan tus ojos y tus manos aprietan tu cuello, espero que no sientas miedo, pues has elegido sufrir.
¡Mira¡ como se retuerce su alma. ¡Mira¡ como se clavan esas espinas en su espalda, y no pretendas recoger sus alas.
Este es mi tormento, este es tu tormento.
Zorzal: lentamente mientras observaba la muerte del ángel de la amistad, el ángel del tormento se adentraba en el cuerpo del hombre de la colina. En ese instante el hombre que vive en la casa de verde pronunciaba las siguientes palabras:
Hombre: nuestros destinos ahora son parte de la tierra. El duende de nuestra suerte se hecho a correr y será muy difícil cogerlo.
Ya has hecho tu decisión. Ahora mi voz se apagara, ahora me perderé, no se si para siempre, pero me perderé. Entre los valles de las sombras eternas dormiré. Y recuerda siempre que tu elección no demuestra tu amor verdadero, si es que es verdadero.
Zorzal: no hace mucho comencé a seguir al hombre que vive en la casa de verde mientras caminaba por los valles de las sombras eternas. Y en el valle más oscuro se encontró con el hombre de la colina. Vi que algo surgió de entre ellos. Era el ángel de la amistad que comenzaba a volar. Luego sus voces se fundieron con el viento y esto es lo que dijeron:
Hombre: ¿Qué ha pasado? Creo que me perdí de algo. ¿Qué has hecho? ¿Por qué tus palabras no bajaron hasta mi hogar? ¿Por qué has callado?
Hombre de la colina: porque no he sabido que hacer. Porque tenía miedo. Porque no quise proteger lo que quería.
Hombre: ¿Por qué me has dejado hacerlo? ¿Por qué me dejaste soñar?.
Ahora se que siempre has pensado solo en ti.
Hombre de la colina: …
Zorzal: y en este silencio que reino por segundos el ángel de la amistad se acerco y le hablo al oído al hombre que vive en la casa de verde, diciéndole:
Ángel de la amistad: has decidido romper la amistad, pues me has mandado a volar. Me has liberado, pero esto no es tan fácil. La amistad como el amor, como los juegos, como el llorar es cosa de dos. Así que debes elegir: sigues con la amistad o le das a él a elegir.
Zorzal: desde el cielo bajo el ángel del tormento y se paro frente al hombre que vive en la casa de verde y le dijo:
Ángel del tormento: debes estar seguro de tu decisión, pues en este momento comienza mi trabajo.
Si eliges la amistad, todos sufrirán y el ángel del rencor te invadirá y no lo soportaras. Si eliges darle a él la opción de elegir, solo uno de los tres sufrirá y desde entonces verás muchos ángeles que los rodearan.
Ahora da conocer tu opción.
Hombre: creo que es tiempo de elegir nuestros destinos.
Todo ha ido cambiando y esto no debe seguir igual.
He optado por darte a elegir; a tu derecha el ángel del amor y a tu izquierda el ángel de la amistad.
Elige tu destino.
Hombre de la colina: un día quise que las cosas fueran como deseaba que fuesen. Pero ahora las cosas serán como deben ser…
Zorzal: en ese momento el ángel del tormento le hablo al hombre de la colina:
Ángel del tormento: debes saber las consecuencias de tu elección y estar dispuesto a afrontarlas y también debes saber que el enfrentar las consecuencias no demostrara tu interés por la amistad ni tu amor verdadero, si es que es verdadero.
Si eliges al ángel de la amistad, todos sufrirán, mi tormento arde con sus almas. Si eliges al ángel del amor, solo uno de los tres sufrirá y te digo que la noche caerá con todo su peso y con ella mi tormento.
Ahora da a conocer tu opción.
Zorzal: a las palabras del ángel del tormento siguió un silencio, pues el ángel de la amistad con su poder apago la voz del hombre de la colina para así poder hablarle:
Ángel de la amistad: un pensamiento hiere menos que una palabra. Te pido por favor que no malgastes tu voz. No hagas de tu voz un arma que atraviese mi alma.
Les digo a uds. dos: hombre que vive en la casa de verde y hombre de la colina que recuerden que somos ángeles y podemos leer sus corazones.
Ya has hecho tu elección, pues de mi corazón brotan lágrimas de un color azul, y por favor no vengas a limpiar mi sangre, ya que hay muchos que desearían beberla y que la aprecian más que tú.
Recuerda que esto no demuestra tu amor verdadero, si es que es verdadero.
Ángel del tormento: ¡esto es lo que me gusta¡
¡Mira¡ como se desgarra ese ángel, como derrama la sangre de los príncipes.
Sentirás el dolor en tus venas y el frío en tu sangre. No te extrañes si sientes que tu vida se arranca y si percibes que tu voz te rompe el corazón. Si tus lágrimas trizan tus ojos y tus manos aprietan tu cuello, espero que no sientas miedo, pues has elegido sufrir.
¡Mira¡ como se retuerce su alma. ¡Mira¡ como se clavan esas espinas en su espalda, y no pretendas recoger sus alas.
Este es mi tormento, este es tu tormento.
Zorzal: lentamente mientras observaba la muerte del ángel de la amistad, el ángel del tormento se adentraba en el cuerpo del hombre de la colina. En ese instante el hombre que vive en la casa de verde pronunciaba las siguientes palabras:
Hombre: nuestros destinos ahora son parte de la tierra. El duende de nuestra suerte se hecho a correr y será muy difícil cogerlo.
Ya has hecho tu decisión. Ahora mi voz se apagara, ahora me perderé, no se si para siempre, pero me perderé. Entre los valles de las sombras eternas dormiré. Y recuerda siempre que tu elección no demuestra tu amor verdadero, si es que es verdadero.
Fin
Escrito por Javier Abarca Lagos
07 octubre 2006
El llanto del viento ( Parte III )
Mar: ¿puedo hablar contigo?
Roquerio: ya lo estas haciendo. ¿Qué quieres?
Mar: me dijeron que tú has escuchado todo lo que la mujer que danza con el viento le cuenta a la luna. ¿Es cierto?
Roquerio: sabes que es cierto. ¿O acaso desconfías de la luna? Se que ella te lo contó, los vi conversando.
Mar: tienes razón. Pero… ¿me podrías contar lo que sabes de la mujer que danza con el viento?
Roquerio: de ella, creo saberlo todo. ¿Qué quieres saber? Se su infancia y su adolescencia. Se lo que hizo a los doce años. ¿Quieres saberlo?
Mar: ¿Qué abra hecho? No importa. Solo quiero saber lo que ella siente por el hombre que vive en la casa de verde.
Roquerio: si es así, te contare: La mujer que danza con el viento lo ama. ¿Quieres saber algo más?
Mar: entonces, ¿Por qué hizo lo que hizo si tú dices que lo ama?
Roquerio: difícil pregunta. En dos días mas debería venir la mujer que danza con el viento, quizás después logre responder a tu pregunta.
Mar: Entonces…
Roquerio: te contare lo que ha dicho a la luna sobre el hombre que vive en la casa de verde. Te ruego que no interrumpas.
Está mujer dice que ama al hombre de la casa de verde, pero que no lo haría feliz porque su alma, según ella, es libre, pero no lo es. Pasó muy bellos momentos con él, que no los olvidaría jamás, pero que tampoco los volvería a repetir. También contó que nunca lo había visto llorar y que sentía que no tenía alma. Dijo que él le expresaba un amor sin fin, sin fronteras, pero siempre decía que ella no lo haría feliz.
Lo siguiente lo escuche en una conversación entre el ave de fuego y el ave de hielo mientras tú y la luna conversaban. Todos creen que son enemigas, pero son las mejores amigas. Solo diré lo relacionado con nuestra conversación. Esto es lo que dijeron:
Ave de fuego: creó que un hombre va a sufrir. Lo van a traicionar.
Ave de hielo: ¿no crees que hablar de traición es muy fuerte? Pienso que es solo una confusión. Recuerda que son humanos.
Ave de fuego: ¡tienes razón! Además la mujer que danza con el viento nunca a jurado amor eterno, pero el hombre que vive en la casa de verde siempre grito al viento el amor que por ella sentía y se que era un amor inmortal.
Ave de hielo: escuche por ahí que la mujer que danza con el viento es la única que le da sentido a la vida del hombre que vive en la casa de verde.
Roquerio: eso es lo que escuche y tengo certeza de que así es.
Mar: de acuerdo a eso la vida del hombre que vive en la casa de verde debe haber muerto.
Roquerio: ¡no lo creas! El alma que es su vida es muy fuerte, tan fuerte como el viento.
Mar: hablando del viento, ¿Por qué su llanto? No lo entiendo.
Desde que ocurrió lo que ocurrió el viento llora. ¿Por qué? Si son cosas de seres humanos. La gran mayoría de ellos no sabe lo que es el amor verdadero y que con él no se juega.
Roquerio: por lo que veo no sabes la historia del hombre que vive en la casa de verde. Te la contare. No me interrumpas.
El universo supo desde que nació el hombre que vive en la casa de verde que era un alma libre. Amaría la libertad. Pero esté sería muy reprimido, esencialmente por si mismo.
No se sabe a que edad él se dio cuenta que deseaba ser libre y comenzó a buscar su sueño, incluso se paro sobre mi y se lo pidió al sol. Esté por supuesto no le respondió, ya que el sol en cosas de hombres no interfiere.
Hablo con muchos seres, uno de ellos era el trébol de cuatro hojas.
Trébol de cuatro hojas: no te puedo ayudar. La suerte en este tipo de cosas no sirve de mucho, ya que se trata del destino. Ve donde la rosa, quizás te ayude en tus asuntos.
Roquerio: y así es como llego hasta donde la rosa. Ella sabiamente le contesto:
Rosa: ¿si quieres puedo liberar mi alma? Pues tu alma, lejos de mi está. El arco iris de seguro te ayudara más que yo.
Roquerio: que palabras mas sabias las de aquella rosa.
Siguiendo con la historia el arco iris le dijo:
Arco iris: ¿quieres que libere tu alma o que te diga como hacerlo? De todas formas no se ni lo uno ni lo otro. Yo nací siendo libre pues nunca he tenido un cuerpo que aprisione mi alma. El sauce sabrá como hacerlo. Ve con él.
Roquerio: después de hablar con muchos sauces, encontró al indicado. No le fue fácil hablar con él pues su voz se perdía en sus ramas. Después de un rato el sauce hablo:
Sauce: ¿Por qué buscas afuera lo que esta dentro? Tu alma esta en tu interior y no en mi ni en los valles ni en ningún otro ser que no seas tú. Si quieres que tu alma sea libre, libérala rompiendo tus cadenas.
Roquerio: así el hombre que vive en la casa de verde comprendió que él era el único que podía liberar su alma, y lo deseó tanto que un día sin estar frente a un espejo vio su reflejo. Lo deseó tanto que todo fue más allá y hasta uno de sus sueños mas anhelados, viajar por todo el mundo, se hizo realidad. Su sueño se fusiono con su alma y esta a su vez su fundió con el viento. Así ha recorrido el mundo entero.
¿Ahora sabes por que el llanto del viento?
Mar: ¿el viento llora porque ha perdido a su amor? Cuando un hombro esta triste, su alma es la que llora. ¿El alma es el viento?
Roquerio: el hombre que vive en la casa de verde es uno de los pocos que ha conseguido liberar su alma, ser libre. Y esto fue gracias a que la mujer que danza con el viento le hizo conocer el amor eterno.
Antes de tu llegada y después de la charla entre el ave de fuego y el ave de hielo, una gaviota llego a mí con la intención de descansar un rato para después seguir su viaje. Las gaviotas suelen hablar solas, ¿tú sabes por que? Yo no. Ella traía consigo una carta, iba dirigida a la mujer que danza con el viento. Lo sé, porque la gaviota tuvo la curiosidad suficiente para atreverse a leerla y esto fue lo que dijo:
Gaviota: así que esta es la respuesta a un grito que rompió el aire, el cual decía te amo. La voz de ese grito era la voz de la mujer que danza con el viento y la carta es la respuesta que el hombre que vive en la casa de verde le envió. ¿Qué dirá? Lo leeré:
Roquerio: ya lo estas haciendo. ¿Qué quieres?
Mar: me dijeron que tú has escuchado todo lo que la mujer que danza con el viento le cuenta a la luna. ¿Es cierto?
Roquerio: sabes que es cierto. ¿O acaso desconfías de la luna? Se que ella te lo contó, los vi conversando.
Mar: tienes razón. Pero… ¿me podrías contar lo que sabes de la mujer que danza con el viento?
Roquerio: de ella, creo saberlo todo. ¿Qué quieres saber? Se su infancia y su adolescencia. Se lo que hizo a los doce años. ¿Quieres saberlo?
Mar: ¿Qué abra hecho? No importa. Solo quiero saber lo que ella siente por el hombre que vive en la casa de verde.
Roquerio: si es así, te contare: La mujer que danza con el viento lo ama. ¿Quieres saber algo más?
Mar: entonces, ¿Por qué hizo lo que hizo si tú dices que lo ama?
Roquerio: difícil pregunta. En dos días mas debería venir la mujer que danza con el viento, quizás después logre responder a tu pregunta.
Mar: Entonces…
Roquerio: te contare lo que ha dicho a la luna sobre el hombre que vive en la casa de verde. Te ruego que no interrumpas.
Está mujer dice que ama al hombre de la casa de verde, pero que no lo haría feliz porque su alma, según ella, es libre, pero no lo es. Pasó muy bellos momentos con él, que no los olvidaría jamás, pero que tampoco los volvería a repetir. También contó que nunca lo había visto llorar y que sentía que no tenía alma. Dijo que él le expresaba un amor sin fin, sin fronteras, pero siempre decía que ella no lo haría feliz.
Lo siguiente lo escuche en una conversación entre el ave de fuego y el ave de hielo mientras tú y la luna conversaban. Todos creen que son enemigas, pero son las mejores amigas. Solo diré lo relacionado con nuestra conversación. Esto es lo que dijeron:
Ave de fuego: creó que un hombre va a sufrir. Lo van a traicionar.
Ave de hielo: ¿no crees que hablar de traición es muy fuerte? Pienso que es solo una confusión. Recuerda que son humanos.
Ave de fuego: ¡tienes razón! Además la mujer que danza con el viento nunca a jurado amor eterno, pero el hombre que vive en la casa de verde siempre grito al viento el amor que por ella sentía y se que era un amor inmortal.
Ave de hielo: escuche por ahí que la mujer que danza con el viento es la única que le da sentido a la vida del hombre que vive en la casa de verde.
Roquerio: eso es lo que escuche y tengo certeza de que así es.
Mar: de acuerdo a eso la vida del hombre que vive en la casa de verde debe haber muerto.
Roquerio: ¡no lo creas! El alma que es su vida es muy fuerte, tan fuerte como el viento.
Mar: hablando del viento, ¿Por qué su llanto? No lo entiendo.
Desde que ocurrió lo que ocurrió el viento llora. ¿Por qué? Si son cosas de seres humanos. La gran mayoría de ellos no sabe lo que es el amor verdadero y que con él no se juega.
Roquerio: por lo que veo no sabes la historia del hombre que vive en la casa de verde. Te la contare. No me interrumpas.
El universo supo desde que nació el hombre que vive en la casa de verde que era un alma libre. Amaría la libertad. Pero esté sería muy reprimido, esencialmente por si mismo.
No se sabe a que edad él se dio cuenta que deseaba ser libre y comenzó a buscar su sueño, incluso se paro sobre mi y se lo pidió al sol. Esté por supuesto no le respondió, ya que el sol en cosas de hombres no interfiere.
Hablo con muchos seres, uno de ellos era el trébol de cuatro hojas.
Trébol de cuatro hojas: no te puedo ayudar. La suerte en este tipo de cosas no sirve de mucho, ya que se trata del destino. Ve donde la rosa, quizás te ayude en tus asuntos.
Roquerio: y así es como llego hasta donde la rosa. Ella sabiamente le contesto:
Rosa: ¿si quieres puedo liberar mi alma? Pues tu alma, lejos de mi está. El arco iris de seguro te ayudara más que yo.
Roquerio: que palabras mas sabias las de aquella rosa.
Siguiendo con la historia el arco iris le dijo:
Arco iris: ¿quieres que libere tu alma o que te diga como hacerlo? De todas formas no se ni lo uno ni lo otro. Yo nací siendo libre pues nunca he tenido un cuerpo que aprisione mi alma. El sauce sabrá como hacerlo. Ve con él.
Roquerio: después de hablar con muchos sauces, encontró al indicado. No le fue fácil hablar con él pues su voz se perdía en sus ramas. Después de un rato el sauce hablo:
Sauce: ¿Por qué buscas afuera lo que esta dentro? Tu alma esta en tu interior y no en mi ni en los valles ni en ningún otro ser que no seas tú. Si quieres que tu alma sea libre, libérala rompiendo tus cadenas.
Roquerio: así el hombre que vive en la casa de verde comprendió que él era el único que podía liberar su alma, y lo deseó tanto que un día sin estar frente a un espejo vio su reflejo. Lo deseó tanto que todo fue más allá y hasta uno de sus sueños mas anhelados, viajar por todo el mundo, se hizo realidad. Su sueño se fusiono con su alma y esta a su vez su fundió con el viento. Así ha recorrido el mundo entero.
¿Ahora sabes por que el llanto del viento?
Mar: ¿el viento llora porque ha perdido a su amor? Cuando un hombro esta triste, su alma es la que llora. ¿El alma es el viento?
Roquerio: el hombre que vive en la casa de verde es uno de los pocos que ha conseguido liberar su alma, ser libre. Y esto fue gracias a que la mujer que danza con el viento le hizo conocer el amor eterno.
Antes de tu llegada y después de la charla entre el ave de fuego y el ave de hielo, una gaviota llego a mí con la intención de descansar un rato para después seguir su viaje. Las gaviotas suelen hablar solas, ¿tú sabes por que? Yo no. Ella traía consigo una carta, iba dirigida a la mujer que danza con el viento. Lo sé, porque la gaviota tuvo la curiosidad suficiente para atreverse a leerla y esto fue lo que dijo:
Gaviota: así que esta es la respuesta a un grito que rompió el aire, el cual decía te amo. La voz de ese grito era la voz de la mujer que danza con el viento y la carta es la respuesta que el hombre que vive en la casa de verde le envió. ¿Qué dirá? Lo leeré:
Guiado por los vientos del destino
He llegado hasta aquí
Son tus lagrimas tormentos
Por que no eres feliz
Desde aquí arriba veo mas
De lo que pueda soportar mi alma
Si me pudieras ayudar
Durante un día nada mas y luego te vas
No llores por mi, mi alma va a estar contigo
Vuelve ya a vivir junto a ti aunque tanto he sufrido
Por morir en el intento
Nada pierde este pobre infeliz
Hoy llega el frió y ya era invierno
En mi alma que se deshiela ante ti
Me desgarras cuando te vas y me llenas
Al llegar con tus manos vacías, si me amas de verdad
Debes seguir hasta el final aunque me veas llorar
No llores por mi, mi alma va a estar contigo
Vuelve ya a vivir junto a ti aunque tanto he sufrido
Dos estrellas brillan hoy, arriba en el firmamento
Aunque nadie recuerde ya la historia que ahora les cuento
Cuando sientas el llanto del viento
sabrás que son mis lágrimas
que demuestran mi amor eterno.
He llegado hasta aquí
Son tus lagrimas tormentos
Por que no eres feliz
Desde aquí arriba veo mas
De lo que pueda soportar mi alma
Si me pudieras ayudar
Durante un día nada mas y luego te vas
No llores por mi, mi alma va a estar contigo
Vuelve ya a vivir junto a ti aunque tanto he sufrido
Por morir en el intento
Nada pierde este pobre infeliz
Hoy llega el frió y ya era invierno
En mi alma que se deshiela ante ti
Me desgarras cuando te vas y me llenas
Al llegar con tus manos vacías, si me amas de verdad
Debes seguir hasta el final aunque me veas llorar
No llores por mi, mi alma va a estar contigo
Vuelve ya a vivir junto a ti aunque tanto he sufrido
Dos estrellas brillan hoy, arriba en el firmamento
Aunque nadie recuerde ya la historia que ahora les cuento
Cuando sientas el llanto del viento
sabrás que son mis lágrimas
que demuestran mi amor eterno.
Continuara...
Escrito por Javier Abarca Lagos
cancion en carta: El Príncipe Feliz ( Avalanch )
cancion en carta: El Príncipe Feliz ( Avalanch )
05 octubre 2006
El llanto del viento ( Parte II )
Luna: ¿entiendes que dicen los rumores? ¿Sabes por que el llanto del viento?
Mar: no. Yo sólo sé que pasa en mi interior. Las aves suelen hablar conmigo, pero ellas no hablan mucho, y las demás especies de la naturaleza, o me envidian o son ingratas.
Luna: entonces me limitare a explicar lo que dicen lo rumores. Esto lo sé porque ella me lo contó.
Mar: ¿y quién es ella?
Luna: ella es la mujer que danza con el viento. Has visto a una mujer en aquel roquerio cada tres noches. La estrella del norte me dijo que algunos dicen que esta loca, creen que habla sola.
Mar: ahora entiendo. Ella habla contigo. Nunca creí que hablara sola. Hasta llegue ha pensar que me hablaba a mi, pero me di cuenta que nunca me miraba, siempre dirigía su vista al cielo.
Luna: muy pocos saben que el que quiere puede hablar conmigo.
Mar: entonces… ¿Qué es lo que me ibas a explicar?
Luna: ¡es cierto!, se me olvidaba. Ahora comenzare, pero antes escucha lo que dicen los rumores que trae consigo el viento:
Rumor: los besos de la mujer que danza con el viento le pertenecen a otro hombre.
Luna: sus besos eran del hombre que vive en la casa de verde. Ahora ellos viajan a lo alto de una colina.
Mar: ¿sabes? No entiendo. ¿Por qué estaban juntos si ella no lo quería?
Luna: no es que no lo quisiera. Los humanos siempre confunden todo. Supongo que ella creyó estar enamorada.
Mar: sigo sin entender. ¿Algo debió llevarla a creer estar enamorada? ¿No dicen los humanos ser tan racionales?, entonces, ¿donde queda lo racional en hacer las cosas sin pensar? A mi parecer, creer es no pensar.
Luna: lo racional esta en lo simple de las cosas, y los humanos son complejos. Después de todo, como dice la estrella del sur, son solo hombres.
Ya es tiempo de que me vaya. Comienza a amanecer. Si quieres saber más, ve con el roquerio.
Y así es como termino la conversación de la sombra y la luna. Pero eso no es todo. Ese día ya estaba amaneciendo y las aves comenzaban a cantar y en su canto una de ellas que había escuchado la conversación de la sombra con la luna me dijo:
Ave: no quieras quedarte con la duda. En efecto. El mar hablo con el roquerio y sé lo que se dijeron, pues yo estuve allí. Ahora lo sabrás...
Escrito por Javier Abarca Lagos
Mar: no. Yo sólo sé que pasa en mi interior. Las aves suelen hablar conmigo, pero ellas no hablan mucho, y las demás especies de la naturaleza, o me envidian o son ingratas.
Luna: entonces me limitare a explicar lo que dicen lo rumores. Esto lo sé porque ella me lo contó.
Mar: ¿y quién es ella?
Luna: ella es la mujer que danza con el viento. Has visto a una mujer en aquel roquerio cada tres noches. La estrella del norte me dijo que algunos dicen que esta loca, creen que habla sola.
Mar: ahora entiendo. Ella habla contigo. Nunca creí que hablara sola. Hasta llegue ha pensar que me hablaba a mi, pero me di cuenta que nunca me miraba, siempre dirigía su vista al cielo.
Luna: muy pocos saben que el que quiere puede hablar conmigo.
Mar: entonces… ¿Qué es lo que me ibas a explicar?
Luna: ¡es cierto!, se me olvidaba. Ahora comenzare, pero antes escucha lo que dicen los rumores que trae consigo el viento:
Rumor: los besos de la mujer que danza con el viento le pertenecen a otro hombre.
Luna: sus besos eran del hombre que vive en la casa de verde. Ahora ellos viajan a lo alto de una colina.
Mar: ¿sabes? No entiendo. ¿Por qué estaban juntos si ella no lo quería?
Luna: no es que no lo quisiera. Los humanos siempre confunden todo. Supongo que ella creyó estar enamorada.
Mar: sigo sin entender. ¿Algo debió llevarla a creer estar enamorada? ¿No dicen los humanos ser tan racionales?, entonces, ¿donde queda lo racional en hacer las cosas sin pensar? A mi parecer, creer es no pensar.
Luna: lo racional esta en lo simple de las cosas, y los humanos son complejos. Después de todo, como dice la estrella del sur, son solo hombres.
Ya es tiempo de que me vaya. Comienza a amanecer. Si quieres saber más, ve con el roquerio.
Y así es como termino la conversación de la sombra y la luna. Pero eso no es todo. Ese día ya estaba amaneciendo y las aves comenzaban a cantar y en su canto una de ellas que había escuchado la conversación de la sombra con la luna me dijo:
Ave: no quieras quedarte con la duda. En efecto. El mar hablo con el roquerio y sé lo que se dijeron, pues yo estuve allí. Ahora lo sabrás...
Escrito por Javier Abarca Lagos
04 octubre 2006
El llanto del viento ( Parte I )
Hombre: ¿Sientes la brisa? Trae consigo algunas voces, creo que son rumores. No te muevas, espantarás al viento. Acaso… ¿no quieres que escuche su aliento?, ¿Qué dirá?, no logro entender, ¿tú entiendes?, ¿o ni siquiera lo escuchas?, quizás no quieres oír.
¡Mira! Observa al mar hablar con la luna, ¿Qué dirán?, ¿escucharan los rumores?
Quiero entender, no lo consigo, ¿me podrías ayudar? Dime que fantasías trae la brisa.
¿Qué es esta gota de en mis manos? ¿El viento esta llorando? ¡Malditas voces!, han hecho llorar al viento.
Ven sígueme, quiero oír lo que dice aquel árbol, ¿con quien hablará? ¿Vez a alguien mas? Yo veo una sombra. Escondámonos tras esa piedra. Espera, mejor acerquémonos un poco más. ¿Por qué te quedas ahí parada? ¿Tienes miedo? Llevas una mirada inquieta, toma mi mano, acerquémonos. Ya es suficiente, ahora escuchemos:
Árbol: ¿viste lo que yo vi? Ayer, ¿lo recuerdas? Mi rama más alta diviso a lo lejos un beso que supongo era eterno, cruzó muchas colinas y doblo en otras tantas esquinas, luego el vuelo de un ángel hizo que lo perdiera de vista.
Sombra: ahora recuerdo. Veo tantas cosas que no sabia a cual te referías. Seguiré con tu historia: luego del cruce del ángel, el beso atravesó algunos corazones enamorando a unos cuantos hombres y a como dos mujeres. Después atravesó un río y al llegar a una esquina doblo.
Me pareció extraño. Ya antes había visto a aquel beso y luego del río siempre seguía derecho hasta posarse en los labios de un hombre que vive en una casa de verde, pero…
Nube: disculpen la interrupción, pero me gustaría seguir contando aquel suceso.
Árbol: puedes continuarlo.
Nube: aquella esquina fue fatal para aquel hombre del de que hablabas.
El beso se enredo en las ramas de un árbol, creo que era amigo tuyo. Consiguió escapar y se dirigió hacia una colina. Al llegar ahí, fue a morir en los labios de otro hombre.
Sombra: ¿Quién de uds. Sabe a quien pertenecía el beso? Creo que es de una mujer que le gusta danzar con el viento.
Árbol: si la viera otra vez…la reconocería.
Nube: si dices que danza con el viento, preguntémosle al viento.
Sombra: me parece que no es el mejor momento. ¿Sientes su llanto?
Árbol: ¡silencio! Alguien ha estado escuchando nuestra conversación.
¡Allá está! ¡Se escapa! ¡Mujer no corras! ¡No te haremos daño!
Sombra: es la mujer que danza con el viento.
Árbol: es la mujer que lanzó el beso.
Sombra: ¡y aquel es el hombre que vive en la casa de verde!
Nube: ¡miren! Es el viento. Se esta acercando al hombre que vive en la casa de verde.
Viento: aquella lágrima que cayo en tu mano es de mi llanto y mi llanto es por ti. Acaban de romper tu corazón. ¡Ve! Alcánzala y pide una explicación. Yo te explicaría todo, pero no me corresponde a mí y además es a ella a quien debes escuchar.
Hombre: …algún día me tendrá que dar algunas respuestas, pero por ahora me iré a dormir para mañana comenzar de nuevo a vivir.
Está es la historia que yo escuche mientras la sombra la relataba a la luna y ella le contó lo que hablo con el mar...
Escrito por Javier Abarca Lagos
¡Mira! Observa al mar hablar con la luna, ¿Qué dirán?, ¿escucharan los rumores?
Quiero entender, no lo consigo, ¿me podrías ayudar? Dime que fantasías trae la brisa.
¿Qué es esta gota de en mis manos? ¿El viento esta llorando? ¡Malditas voces!, han hecho llorar al viento.
Ven sígueme, quiero oír lo que dice aquel árbol, ¿con quien hablará? ¿Vez a alguien mas? Yo veo una sombra. Escondámonos tras esa piedra. Espera, mejor acerquémonos un poco más. ¿Por qué te quedas ahí parada? ¿Tienes miedo? Llevas una mirada inquieta, toma mi mano, acerquémonos. Ya es suficiente, ahora escuchemos:
Árbol: ¿viste lo que yo vi? Ayer, ¿lo recuerdas? Mi rama más alta diviso a lo lejos un beso que supongo era eterno, cruzó muchas colinas y doblo en otras tantas esquinas, luego el vuelo de un ángel hizo que lo perdiera de vista.
Sombra: ahora recuerdo. Veo tantas cosas que no sabia a cual te referías. Seguiré con tu historia: luego del cruce del ángel, el beso atravesó algunos corazones enamorando a unos cuantos hombres y a como dos mujeres. Después atravesó un río y al llegar a una esquina doblo.
Me pareció extraño. Ya antes había visto a aquel beso y luego del río siempre seguía derecho hasta posarse en los labios de un hombre que vive en una casa de verde, pero…
Nube: disculpen la interrupción, pero me gustaría seguir contando aquel suceso.
Árbol: puedes continuarlo.
Nube: aquella esquina fue fatal para aquel hombre del de que hablabas.
El beso se enredo en las ramas de un árbol, creo que era amigo tuyo. Consiguió escapar y se dirigió hacia una colina. Al llegar ahí, fue a morir en los labios de otro hombre.
Sombra: ¿Quién de uds. Sabe a quien pertenecía el beso? Creo que es de una mujer que le gusta danzar con el viento.
Árbol: si la viera otra vez…la reconocería.
Nube: si dices que danza con el viento, preguntémosle al viento.
Sombra: me parece que no es el mejor momento. ¿Sientes su llanto?
Árbol: ¡silencio! Alguien ha estado escuchando nuestra conversación.
¡Allá está! ¡Se escapa! ¡Mujer no corras! ¡No te haremos daño!
Sombra: es la mujer que danza con el viento.
Árbol: es la mujer que lanzó el beso.
Sombra: ¡y aquel es el hombre que vive en la casa de verde!
Nube: ¡miren! Es el viento. Se esta acercando al hombre que vive en la casa de verde.
Viento: aquella lágrima que cayo en tu mano es de mi llanto y mi llanto es por ti. Acaban de romper tu corazón. ¡Ve! Alcánzala y pide una explicación. Yo te explicaría todo, pero no me corresponde a mí y además es a ella a quien debes escuchar.
Hombre: …algún día me tendrá que dar algunas respuestas, pero por ahora me iré a dormir para mañana comenzar de nuevo a vivir.
Está es la historia que yo escuche mientras la sombra la relataba a la luna y ella le contó lo que hablo con el mar...
Escrito por Javier Abarca Lagos
02 octubre 2006
Lujuria
Y nos hemos quedado solos, pensando en nosotros.
Tu mirada me invita a surcar tu cuerpo, hemos caído en la lujuria.
Lujuria en tus besos que me recuerdan tu cuerpo, sueño eterno.
Has invadido mi cuerpo, te deseo en todos mis sueños.
Y nos hemos quedado solos en esta habitación,
Beso tu cuello y recorro tu cuerpo.
Cuerpo que me lleno por completo y junto la realidad con mis deseos.
Y te tengo en mis brazos y no quiero dejarte ir.
En mis manos tengo tu calor y en mi suspiro tu aliento, hemos caído en la lujuria.
Lujuria en nuestros cuerpos que se mezclan por el deseo de sentirnos uno al otro.
Sentir tu cuerpo me hizo arder en deseos de no dejarte
Y el acariciarte quemo mi alma dulcemente, ya no puedo olvidarte.
Y me he quedado solo en esta habitación sintiendo el perfume que has dejado
Y mi alma sigue encendida con solo recordarte, hemos caído en la lujuria.
Escrito por Javier Abarca Lagos
Tu mirada me invita a surcar tu cuerpo, hemos caído en la lujuria.
Lujuria en tus besos que me recuerdan tu cuerpo, sueño eterno.
Has invadido mi cuerpo, te deseo en todos mis sueños.
Y nos hemos quedado solos en esta habitación,
Beso tu cuello y recorro tu cuerpo.
Cuerpo que me lleno por completo y junto la realidad con mis deseos.
Y te tengo en mis brazos y no quiero dejarte ir.
En mis manos tengo tu calor y en mi suspiro tu aliento, hemos caído en la lujuria.
Lujuria en nuestros cuerpos que se mezclan por el deseo de sentirnos uno al otro.
Sentir tu cuerpo me hizo arder en deseos de no dejarte
Y el acariciarte quemo mi alma dulcemente, ya no puedo olvidarte.
Y me he quedado solo en esta habitación sintiendo el perfume que has dejado
Y mi alma sigue encendida con solo recordarte, hemos caído en la lujuria.
Escrito por Javier Abarca Lagos
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