Se sentó a pensar que había hecho con él, el olvido.
Pensó que pensaba cosas que no valía la pena pensar.
Pensaba que pensarías al saber de su olvido.
Pensó que hacer para remediar lo ocurrido.
Luego pensó que lo que había hecho no tenía olvido.
Pensarías que el suceso es más que olvido –se pregunto- pensando en que si alguna vez habrías de olvidar lo que el olvidó.
Tan sólo olvido –pensó-, mientras pensaba que el olvido es algún tipo de muerte.
Al mismo tiempo pensó, entre lágrimas, que su olvido no tendría olvido.
Pensó pensar lo pensado para así no pensar en lo olvidado
Pensó que te quiere,
Pensando en que ya no hablaban lo que pensaban.
¿Pensarías cuanto te extrañó? –pensó-.
Pensó que pensaba cosas que no valía la pena pensar.
Pensaba que pensarías al saber de su olvido.
Pensó que hacer para remediar lo ocurrido.
Luego pensó que lo que había hecho no tenía olvido.
Pensarías que el suceso es más que olvido –se pregunto- pensando en que si alguna vez habrías de olvidar lo que el olvidó.
Tan sólo olvido –pensó-, mientras pensaba que el olvido es algún tipo de muerte.
Al mismo tiempo pensó, entre lágrimas, que su olvido no tendría olvido.
Pensó pensar lo pensado para así no pensar en lo olvidado
Pensó que te quiere,
Pensando en que ya no hablaban lo que pensaban.
¿Pensarías cuanto te extrañó? –pensó-.
Escrito por Javier Abarca Lagos